Seguimos teniendo bodas en las que la lluvia es protagonista. En la boda de Javier y Ana solo llovió en la llegada a la ermita y el principio de la ceremonia, pero lo hizo con fuerza. Después se quedó un día precioso. Ana llegó muy nerviosa y hasta que no pronunció el Sí Quiero no fue capaz de tranquilizarse. Tuvo un lugar muy importante la música en la boda, que estuvo presente en la ceremonia con música clásica y versiones, la tuna en el coctel, el baile de los sobrinos durante la comida y la orquesta Cobalto durante la barra libre. Para nosotros fue un placer participar de vuestro día. Espero que os guste nuestro reportaje!
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